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CONMOVEDOR TESTIMONIO

"Lo único que nos decía era quiero vivir y poder ver a mis hijos"

DiarioAndino dialogó con Joel Guentemil y Ricardo Zuñiga, dos jóvenes que arriesgaron su vida para rescatar al trabajador del EPEN que había quedado atrapado entre las llamas.
27/07/2019
"Lo único que nos decía era quiero vivir y poder ver a mis hijos"

“No sabíamos cómo agarrarlo porque estaba todo quemado y lo único que nos decía era:  quiero vivir y poder ver a mis hijos”, relató Joel Guentemil  recordando la odisea que protagonizó este viernes junto a su compañero de trabajo Ricardo Zúñiga para rescatar al conductor de la camioneta del EPEN mientras a metros ardía un camión cisterna. El recuerdo lo quiebra y el hombre rompe en llanto.

A 24 horas del accidente ocurrido en las inmediaciones del Pichi Traful sobre la Ruta Siete Lagos, tanto Guentimil como Zuñiga todavía están consternados por lo vivido.

Ambos habían partido de Bariloche a Villa La Angostura a buscar un auto de la rentadora en la cual trabajan. El corte de la Ruta 40 los obligó a emprender la vuelta por el camino por los Siete Lagos y el destino les hizo jugar un rol heroico,  ya  que arriesgaron sus vidas para hallar y rescatar a un operario del EPEN que circulaba en uno de los vehículos involucrados en el choque.

Mirá el video de los primeros momentos después del accidente

“Ricardo iba delante mío y en un momento veo que frena y hace marcha atrás. Me pregunté ¿Qué está haciendo este loco? Y enseguida veo que viene el combustible  prendido fuego bajando por la ruta. Pegué la vuelta y le avisé a cuatro o cinco autos que venían atrás para que frenen. Ricardo me dice ´volvamos para ver si podemos ayudar en algo´. Cuando llegamos cerca del camión que estaba en  llamas nos  cruzamos con dos chicos del EPEN que habían logrado bajarse de la camioneta y nos dicen que un compañero había quedado atrapado y no sabían si estaba vivo o no. Nosotros comenzamos a gritar y gritar  hasta que oímos que alguien nos responde. Nos dijimos vamos a buscarlo y salimos”, recuerda Joel.

Sin medir las consecuencias posibles,  Guentemil y Zúñiga analizaron brevemente el panorama. Vacilaron entre trepar la ladera o descender y acceder al lugar por debajo.  Optaron por la parte alta: “comenzamos a caminar y nos enterrábamos un metro en la nieve. Llegamos a un lugar donde se podía caminar y  nos separamos. Continuamente se oían explosiones. En  un momento logro ver a Cacho sentado sobre un pico, totalmente desnudo y quemado”, narró Guentemil.

Gritando, logró avisarle a  su compañero y entre ambos socorrieron a Hermosilla y comenzaron a descender.

“Nos cruzamos con una chica de Guradaparques y entre los tres lo llevamos caminando. Cuando pudimos sacarlo y estar en un lugar mas resguardado, Ricardo comenzó a putear a la gente que miraba sin hacer nada. Parece que eso hizo que algunos  hagan Clic y  trajeron mantas para cubrirlo”, agregó Joel.

Por su parte, Zuñiga recordó: “el hombre  siempre estuvo  consciente y nosotros hablándole. En un momento se  sumó otro  muchacho, creo que de un campo cercano, y Cacho seguía repitiendo que quería ver a sus hijos y quería vivir”.

Tras unos instantes un bombero médico y una doctora se hicieron presentes y se encargaron de hidratar a Hermosilla .

“Luego vino una caminante de Zona Sanitaria y el muchacho que sacó sueros, cremas y lo pudieron contener hasta que llegó  la ambulancia, una hora y  media después del accidente”, acotó Guentimil.

Ambos coincidieron en destacar que lo que mas los indignó fue “la falta de  comunicación entre los  organismos para  organizarse”.

 El accidente

Si bien ninguno es perito, conjeturaron: “creemos que el camión que venía para La Angostura, primero se acostó sobre la cinta asfáltica y aplastó la  camioneta chilena que iba en sentido contrario. La camioneta del EPEN queda atrapada  entre la cabina del camión y  el tanque de combustible”.

El gesto

La rentadora para que la  trabajan Zúñiga y Guentimil les autorizó comprar indumentaria porque se encontraban  completamente mojados de la cintura para abajo.

No obstante, cuando llegaron al local de Viejo Pastor, las dueñas del comercio al tomar conocimiento de lo que acababan de protagonizar ambos choferes, les donaron zapatillas, medias y pantalones.

Nosotros quisimos pagar y no nos dejaron. Realmente queremos agradecerles el  gesto que tuvieron”, dijo Zuñiga.

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