A un vecino lo engañaron diciéndole que habían secuestrado a sus nietos y perdió todos los ahorros de su vida

Un vecino de la localidad, que pidió expresamente que no trascienda su nombre, fue engañado a través de una llamada telefónica y terminó perdiendo los ahorros de toda su vida.

Según contó el hombre a DiarioAndino: 'Hacía varios días que sonaba el teléfono fijo en mi casa y cuando contestábamos, mi señora o yo, cortaban. La noche del pasado sábado, sonó a las 22:30 mientras nosotros estábamos cenando. Atendió mi esposa y solo nos dijeron: 'Pasó algo grave' y cortaron'.

No obstante, no volvieron a llamar y la pareja le restó importancia al aviso. Terminada la cena, se acostaron.

Cerca de las 2:30, volvieron a llamar al teléfono fijo. Otra vez atendió la mujer, pero todo fue distinto. Del otro lado, una voz le dijo: 'Mamá, se llevaron a los chicos y tenemos que darles plata'.

La pareja tiene a su hijo y tres nietos viviendo en Puerto Manzano y, por lo tanto, la advertencia los preocupó.

Quien les habló, haciéndose pasar por su hijo, les dijo que estaba en la comisaría y les pidió que no encendieran los celulares, y les remarcó que se habían llevado a los tres menores como rehenes para exigir el rescate.

Hasta ese momento, solo la mujer era quien interactuaba. En un momento, su esposo pidió el teléfono y cuando pudo hablar con quien se hacía pasar por su hijo, la voz no le sonó familiar. 'Le dije que no era su voz y me respondió que lo habían golpeado en el rostro y por eso no podía hablar bien. Me sonó creíble', dijo el vecino.

'Este hombre que se hacía pasar por mi hijo pedía que le entregara la plata que tenía para poder recuperar a mis nietos. Me indicó que teníamos que llevar el dinero en una bolsa de residuos y dejarla tirada en una calle determinada del barrio Peumayén, cerca de las 3 de la madrugada', relató.

El hombre hizo lo que le pidieron. Embolsó el dinero y lo dejó en el lugar que le indicaron. Desde su auto vio pasar a un sujeto alto caminando, que en un primer momento no agarró la bolsa. Luego volvió sobre sus pasos y se la llevó.

'Cuando llegamos a la casa, se comunicaron y nos dijeron que mantuviéramos el teléfono fijo prendido. El hombre que se hacía pasar por mi hijo le dice en un momento a mi esposa: 'Mamá, ahí veo llegar a los chicos'. Eso nos tranquilizó mucho y, más calmado, yo me puse a repasar todo lo que había sucedido. Este sujeto, cada vez que hablaba conmigo, me pedía: 'Dame con mamá'. Mi mujer lloraba cada vez que hablaba, por lo cual le era más fácil engañarla. Por mi parte, y pese a que la voz no se me hacía conocida, pensé en mis nietos y cedí por ellos y por mi señora. Cuando pude pensar todo con más claridad y caí en lo que había sucedido, llamé a mi hijo. Estaba todo en orden en su casa, entonces fui a la Comisaría y radiqué la denuncia correspondiente. Pero los ahorros, ya los perdí', lamentó el vecino."