En un confuso hecho, intentaron asaltar a mano armada a un taxista en el acceso a la Cascada Inacayal
Un taxista que realizó un viaje hasta zona de acceso a la Cascada Inacayal, sector donde actualmente vive parte de la Comunidad mapuche Paisil Antriao, sufrió un intento de robo a mano armada.
Según pudo averiguar este medio, el hecho ocurrió el pasado sábado por la noche.
Por el momento, el caso se mantiene en un fuerte hermetismo y hay versiones cruzadas respecto de por qué no se radicó la denuncia por el hecho ( si bien por un lado fuentes consultadas aseguran que el propio taxista desistió de hacerla, otras fuentes aseguran que la víctima fue a la Comisaria pero por razones que no se terminan de explicar, no le habrían tomado la denuncia).
“No le llegaron a robar porque pudo escapar a tiempo, pero que sucedió, sucedió”, dijo uno de los taxistas consultado por este medio y agregó: es todo muy parecido a lo que ocurrió en mayo pasado cuando nosotros mismos logramos ubicar al delincuente. En ese momento el arma con el que había robado no había aparecido, puede que tenga alguna relación este nuevo hecho con aquel”.
Cabe recordar que en mayo pasado un taxista de la localidad fue asaltado a por un joven que le apuntó con un armar y le robó la recaudación y el teléfono celular. Según el testimonio del taxista en aquel momento, el hecho ocurrió alrededor de las 23:30 horas cuando se dirigía a la estación de servicio YPF Norte. En ese momento, un joven le hizo señas y se subió al vehículo, lo abordó y pidió que lo llevaran hasta el Cerro Belvedere donde viven varias familias de la comunidad Pasil Antriao.
Durante el trayecto, el asaltante entabló una conversación amable y normal con el taxista.
Sin embargo, al llegar al destino indicado, el sujeto sacó un arma y amenazó al taxista apoyándosela en las costillas. Acto seguido le exigió la entrega de todo el dinero y su teléfono celular de trabajo. Sorprendido y atemorizado, el taxista accedió a las demandas del agresor, entregándole unos 12.000 pesos que tenía en su poder y su dispositivo móvil.
Tras el robo, buscó auxilio en una vivienda cercana, donde recibió ayuda de un vecino. Luego, se dirigió a la estación de policía para presentar la denuncia y buscar asistencia.
Las autoridades iniciaron una investigación para dar con el paradero del asaltante. Aunque el taxista y otros colegas compartieron información valiosa, no lograron ubicar al sospechoso de manera inmediata. Sin embargo, no se dieron por vencidos y continuaron su búsqueda por su cuenta.
Finalmente, gracias a los esfuerzos conjuntos de los propios taxistas, cruzaron datos de viajes anteriores y basándose en la descripción del sujeto, pudieron averiguar que una familia de la comunidad mapuche, le había dado alojamiento.
“Fuimos hasta el lugar con otros compañeros y con un familiar y ahí pudimos dar con el paradero. Pero realmente no sabíamos si tenía el arma o no. La gente de la Comunidad colaboró con nosotros y nos indicó precisamente dónde estaba. Lo ubicamos en una casilla”, contó el chofer.
En lugar de confrontarlo directamente, se comunicaron con las autoridades y efectivos policiales llegaron hasta el lugar y lo detuvieron.