Historias secretas de la Estancia San Ramón y Villa La Angostura en la década del ´20

Queremos presentar parte del trabajo de recuperación de la Historia Regional que venimos llevando desde la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer.

Muchos de los que lean esta reseña histórica no conocieron a su protagonista. Ella fue una de las Memorias más increíbles de Villa La Angostura.

Fue rescatada del olvido por Archivos del Sur entre 1999 y 2002 en su casa de la calle Topa Topa, casi enfrente a la Hostería Rio Bonito.Para esto presentaremos varios formatos que sumados todos, podremos aproximarnos a dilucidar no solo los hechos históricos aquí relatados sino también conocer a una persona bella y llena de humanidad y sabiduría.

Con ustedes, Doña Clotilde “Coti” Carmoney.

Coti Carmoney, en la costa del lago Nahuel Huapi.

Relatos para escuchar y ver

En la voz del premio Nobel de Literatura Infantil, es argentina y cordobesa, la gran Teresa Andruetto, escucharemos los relatos sobre la primera escuela que funcionó en Villa La Angostura desde 1928 al 32 en lo que hoy es la Universidad de Cuyo. Luego se mudaría a lo que hoy es la Planta de Campamentos camino al Puerto.

La primera escuela de Villa La Angostura, 1928 -1932, de la colección Escuela °104

  https://www.youtube.com/watch?v=V7CyIK2uvCg&t=8s

 https://www.youtube.com/watch?v=oo6CbeGvbfE

Para ver las partes más relevantes del video que hicimos allá por el 2005 ir a:

https://www.youtube.com/watch?v=g4HUu4Akh9g

 https://www.youtube.com/watch?v=GWcf1mnWAaw&t=11s 

https://www.youtube.com/watch?v=DXW6VJJTk9c&t=131s

La primera escuela de Villa La Angostura, 1928 -1932, de la colección Escuela °104

Historias secretas de la estancia San Ramón

Por otra parte queremos presentar estas dos historias de Coti Carmoney  que relatan la dura vida de los pobladores cordilleranos: las condiciones laborales en la Estancia San Ramón cerca de Bariloche y el accionar de la policía fronteriza a fines de la década del 20 y principios del 30.

AS-Don Saldivia (casado con Lucrecia Carmoney) nos contó que trabajó en la estancia San Ramón, ¿que le contó de esa estancia?

Nos contaba siempre que ahí en la San Ramón eran esclavos  casi, él vino muy joven de Chile, era alemán - chileno.

Mi cuñado, era joven cuando vino a la estancia San Ramón, en esa estancia el capataz los hacia levantar como a las cuatro de la mañana, tenían a esa hora que tener el caballo ensillado para salir al campo, le daban un pedazo de galleta con un jarro de agua. 

El capataz castigaba, tenían un arreador que le llaman ellos, de soga, y dice que tenía tres puntas, con eso castigaba a la gente y dice que un día  llegó un paisanito buscando trabajo, chiquito, emponchadito, humilde con su caballito y le dijo: - Señor ando buscando trabajo, el capataz, era grandote el gringo, si le dijo, era bien malo, si acá hay trabajo, si señor ando buscando trabajo, si pero primero usted me monta ese caballo que está ahí,  y el paisanito miró el caballo y le dijo- señor yo busco trabajo y no la muerte, ese animal es arisco y yo no vine para esto, ¡ah! no, no vas a montarlo… 

Se fue para el galpón, dice mi cuñado, pero nunca pensamos que iba a ir a buscar el arreador para pegarle al paisanito, dice que estaba así parado, vino el gringo con el arreador y lo cruzó así, de un arreadorazo, dice que el paisanito se hizo así ( se dobló ), claro le dolió un montón y vino otra vez el gringo para pegarle otro arreadorazo, pero (el paisano) sacó de acá y lo partió con el cuchillo, tenía un cuchillo así (de grande) el paisanito, lo mató ahí, dice que cayó boca abajo, y nosotros todos los peones ahí, y le dijo: - ahora seguí castigando, le dijo con el tipo boca abajo, y ya listo, seguí castigando , no sé si te van a dejar entrar allá arriba, se dio la vuelta y se fue, nosotros tratamos de buscar al rico, al mayor (al Encargado) para avisarle lo que había pasado, mi cuñado  dice que nunca me pegó porque nosotros estábamos a esa hora siempre listo, había que ver que esclavitud que era, porque era esclavitud, así que mire, y acá la primera policía que vino también.

 La fronteriza

 Uno era Varela, el otro era Bedoya y Labrin esos fueron los primeros policías que llegaron, yo creo que fue en 1930, venían haciendo de todo.

 En esa época había un golpe militar

 No. no,  llegaron antes, estaba Yrigoyen, claro, esa era la policía que mandaban, porque Yrigoyen  estaba en 1930, claro, esa policía venia estropeando la gente, matando la gente, a mi papá no lo mataron porque Dios es grande y pobrecito pudo disparar.

Lo calumniaron, nosotros éramos chiquitos todos, yo me acuerdo bien cuando llegó el Labrin ese, una tarde llegó, hasta la puerta , pegó el caballazo a la puerta y mi padre le dijo momento, usted es una autoridad no, si  somos la policía del pueblo, bueno si usted es la policía del pueblo, usted viene con una educación, y a manejar un pueblo con prudencia usted se me retira de la puerta, no me golpeé más la puerta con su caballo se baja y hable conmigo.

Ahí nomás reboleó, se bajó del caballo,  y dijo ah!! si abrió la puerta, agarró Labrin a mi hermano como si fuera un corderito, mi papá se quedó mirando, vos  vas a decir si te comiste las pavas de Vidal, vos viste algo, entonces mi papá se paró, y le dijo usted me deja el chico o sale muerto de acá, me deja el chico, si  usted tiene algo que hablar, me lleva afuera, lejos de mis chicos, así que afuera habló con mi papá, y entonces le dijo que al otro día vaya al destacamento, vio , era ahí en la Universidad de Cuyo.

Así que mi papá, le  dijo a mi mamá, pasa algo, mi papá al otro día se iba, dijo porque le voy a hacer juicio, porque me vienen hacer estas cosas,  tenía que ir a la Estacada a entregar unos tejidos que mi mamá había hecho, y si me vienen a buscar deciles que después voy, mi mamá lo acompaño hasta la tranquera y dice que venía el Labrín ese, y se lo llevó preso con la yegua y todo, no sé cuántas horas había pasado, entonces mi mamá se fue a verlo, (cuando) mi mamá volvió, nos dijo- chicos a su papá lo está castigando la Policía, allá ella lo había visto, al ratito vino la policía con mi papá todo mi papá estropeado sangrando, todo  y dijo vos te quedas ahí, ladrón así, y vino hasta la casa la agarró a mi mamá de acá y vos me vas a decir adonde dejaron las plumas de las pavas que se comieron de Vidal, y mi mamá le dijo – yo no le voy a decir nada a usted porque yo no acostumbro a mentir.

 Lo vas a decir y le pegó una patada por acá (en el vientre) y entonces mi mamá le decía no lo voy a decir, y mi papá de abajo le decía decile que sí, porque si no te van a matar, no le  dijo mi mamá a usted porque lo estaban castigando, yo lo vi, entonces el policía sacó el revólver y se lo puso en el pecho a mi mamá.

Nosotros nos pusimos todos a llorar al lado de mi mamá, y ella le dijo- matame, matame total un día voy a morir, pero yo lo que no hice no lo voy a decir.

Y bueno la llevaron presa a mi mamá con mi hermana chiquita de 8 meses y mi  hermana mayor, quedamos solitos nosotros, y bueno mi hermana no venía así que nosotros nos fuimos al bosque y ahí dormimos.

Nosotros pasamos una vida, no me quiero ni acordar, mejor ni recordarme porque me va a hacer mal, pasamos muy mal la vida con esos policías, hicieron un desastre.

 ¿Hubo otros casos de abuso policial?

 Claro, si, no de muerte, pero tenían a la gente arriba de los palos gritando cosas malas, y mi papá se  disparó.

Cuando llevaron a mi mamá presa con mis hermanas, (Labrin) le dijo- vos te sentás ahí, ustedes se sientan ahí las tres, ladronas.

Y mi papá dice que lo mandaron a trabajar por ahí, y mi mamá dice que el papá le hizo señas, se fue para debajo de la costa, claro porque él escuchó,- a Carmoney lo vamos a ahorcar esta noche de este árbol -, era un gancho seco, decían los policías.

 Mi papá se fue por la costa y dijo en nombre de Dios me vas a tener que ayudar o que me mate Dios o ellos así de esta forma, y dice que encontró una tabla grande como si alguien se la habría puesto, con dos palos y se puso sobre esa tabla y con los dos palos los hizo como remos y rumbeó para allá para Quetrihue:

¡Usted sabe que de la isla Menéndez hasta la Quetrihue usted sabe lo que queda!… Dio toda la vuelta, parece que alguien me llevaba y llegó allá a lo de sus patrones antes cuando recién había llegado (a la Argentina), y dice que él no sabe cómo llegó, todo estropeado, porque estaba hecho  pedazos hasta los dientes le habían sacado, a patadas.

Salió el sr. Lynch, y le dijo- Carmoney ¿qué te pasó?, de ahí lo llevó para adentro y ahí le contó todo.

 Y acá  quedó el desastre, después mi mamá volvió a la casa, y dijo- su papá se fue, se perdió, y bueno , lo habrán matado, no sé qué pasó.

A mi papá lo llevó el señor Lynch a Bariloche, al cónsul chileno, porque mi papá era chileno y acá el sr Beros (guardaparques en épocas del Parque nacional del Sud) encontró las pavas, tenían 14 pavitos cada una, y todo se  atestiguó, porque estaba los Meier los primeros, y ellos vinieron, atestiguaron todo, se hizo la denuncia al Limay, allá estaba el comisario así que mi mamá se tuvo que ir a caballo con mi hermana mayor y la chiquitita, 4 días demoró en llegar, para salir de acá los acompaño don Roberto Marimon.

 A mi mamá la policía se amanecía afuera, la custodiaban, a ver si mi papá llegaba o que pasaba y papá no llegaba, 4 o 5 días nosotros no sabíamos nada…y nadie llegó a la casa porque tenían miedo y a la noche a las 5 de la mañana tocaron despacito la puerta, mi mamá pensaba que era mi papá, abrió la puerta y era el sr. Andrés Beros, que es el padre de la Dorita Barbagelatta, como era guardabosque, encontró las pavas, ahí, se atestiguó todo… y esa calumnia que mi padre era ladrón, eso se borró directamente porque había aparecido todo vio.

No, esa policía hizo muchas cosas malas.