Ideal para los días de calor: Limonada casera

Una buena limonada casera es ideal para tener siempre a mano en la heladera y así dejar de lado las gaseosas o jugos artificiales.

 

 

* Limones bien jugosos, de cáscara fina, en lo posible, 3

* Azúcar, 100 gramos (puede ser menos o más, eso depende del gusto)

* Agua de filtro, hervida o mineral, bien fría, 1 litro

* Hojas de menta, un puñadito chico (opcional)

 

 

Preparación:

 

1- Lavar y cepillar muy bien los limones con cáscara.

2- Cortar los limones por la mitad y luego en cuartos; quitarles las semillas.

3- Poner la mitad del agua en la licuadora y los limones cortados. Licuar todo muy bien.

Pasar este licuado por un colador, para desechar la cáscara triturada.

4- Poner el resto del agua fría en la licuadora, el azúcar y el licuado que recién colamos. Si vamos a saborizar la limonada con menta, poner las hojitas de menta, previamente bien lavadas.

Licuar todo muy bien. Poner la limonada en una jarra o botellón de vidrio.

Se puede servir inmediatamente o dejar 2 horas en la heladera, para beber bien frío.

5- Servir con hielo picado o en cubos, decorar con hojitas de menta y rodajas de limón.

 

TIPS:

1. Se puede reemplazar el azúcar por azúcar mascabo, stevia, edulcorante o miel. 

Según la acidez de los limones que usemos, podemos poner menos cantidad de azúcar o más, eso depende del gusto de cada uno.

2. Esta limonada se consume en el día: no guardar de un día para el otro.

3. Para limpiar muy bien la cáscara de los limones, humedecerlos con agua y frotarlos con bicarbonato de sodio o con sal fina. Enjuagar con abundante agua y frotar con un cepillo, en lo posible; volver a enjuagar con agua. Recién ahí cortar y quitarles las semillas.

4. A esta limonada se le puede agregar frutillas, arándanos o frambuesas frescas y enteras.

5. Se puede hacer con la mitad del agua y mitad de té verde ya infusionado y frío.

6. En lugar de limones se pueden usar limas, que son más ácidas.