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“El bosque tintóreo”

El grupo Árbol explicó las plantas locales que tienen gran riqueza tintórea. Además, detalla cómo recolectar sin dañar el ambiente. Su columna a las 12 por FM Andina.
29/06/2021
“El bosque tintóreo”

El gran despliegue de colores que nos muestra el mundo vegetal no debió pasar inadvertido a nuestros antepasados. El gusto por las ropas de color nació seguramente como un intento de imitar los colores de la naturaleza. 

Los primeros descubrimientos de los colorantes naturales habrán sido seguramente gracias a accidentes, como las manchas con jugos de bayas o los colores de determinados vegetales al hacerlos hervir. Con el tiempo, se fueron mejorando los procesos hasta encontrar el color más parecido al que buscaban imitar en la propia naturaleza.

Existe conocimiento del uso de estos tintes gracias a recetas incluidas en los papiros griegos, en tablillas neo babilónicas datadas alrededor del S. VII A.C. , y en otros tratados de tintes desde el medievo hasta la época moderna. Gracias a plantas como la Rubia tinctorum L., Anchusa tinctoria L., Reseda luteola L, Punica granatum L. Cúrcuma longa L. e Indigófera tinctoria L., se obtuvieron colores rojos, amarillos y azules respectivamente. Luego se descubrió la posibilidad de los rojos intensos con la Cochinilla americana, Dactylococus cactus L., un parásito de algunas especies de cactus, especialmente del Nopal. Y también con el Pau Brasil utilizado por las tribus Pataxós, árbol que le dio el nombre al país vecino.

Los Tehuelches, pueblo nómade originario de la Patagonia  que habitaban esta región durante las temporadas estivales, utilizaban el rojo, ocre, blanco y negro en pinturas que confeccionaban mezclando tierras de colores con grasa animal ya que eran principalmente grandes  cazadores. Usaban estos colores con grasa en su cuerpo para protegerse de las inclemencias del tiempo y en ceremonias rituales  sobre las capas de guanaco que confeccionaban para abrigarse. También para decorar el interior de sus viviendas, que generalmente eran tiendas livianas para transportar.

Aimaras y Mapuches tienen en común una gran cultura en el arte textil. La mujer Aimara, en el Norte, usa el color en cromática degradación y con un colorido totalmente distinto a los tejidos Mapuches, dado que la vegetación en el sur es mucho mas variada.

La antropóloga Ana María Carrasco, directora del Taller de Estudios Andinos de Arica, dice que entre los mapuches, con quienes trabajó en la década del 80, todavía hay mucho conocimiento de las diferentes plantas, aún cuando no lo practiquen. En cambio durante años ha trabajado en la recuperación de ese conocimiento con las mujeres Aimaras, donde no encontró prácticamente nada de memoria sobre los tintes naturales.

 Las anilinas o tintes sintéticos, fueron desarrolladas en el año 1856 en Inglaterra por William Henry Perkin. Sus novedosos colores, bajos costos y fácil uso, sobre todo para teñir grandes cantidades de textil, provocó que la tintorería natural cayera prácticamente en desuso.

Sin embargo, estudios científicos actualmente alertan sobre el peligro para la salud humana de éstos colorantes sintéticos. Por ejemplo, pigmentos artificiales  de color azul como E130 Azul de Antraquinina  y E131 Azul patentado V, entre otros tantos,  han sido asociados a efectos cancerígenos, alergias y urticarias (Pino y Leod, 2014).

Por otro lado sabemos que el desecho de las tintas artificiales que se utilizan en grandes fábricas textiles contaminan los ríos y mares en forma incontrolada.

Hoy el interés por  los pigmentos de origen natural se encuentra en auge y se investigan  alternativas naturales que remplacen el uso de los colorantes sintéticos. La preocupación por la conservación del planeta ha promovido un cambio en los hábitos de consumo que generan un escenario favorable para la comercialización y uso de productos libres de químicos sintéticos.

Colores y Procesos:

Por suerte en Villa La Angostura tenemos todavía un bosque nativo e inclusive algunas exóticas de una gran riqueza tintórea. Si bien trabajo hace ya 6 años con tintes naturales realizados a partir del compost, estos últimos casi 2 años estuve experimentando sobre plantas y árboles de la localidad que pudieran darnos colores duraderos.

Acá van algunos ejemplos: Las distintas tonalidades de marrones se pueden conseguir gracias a las ramas y cortezas (estas últimas siempre de ramas frescas caídas) del Maqui, Radal, Lenga, Roble, Ciprés, Nogal, Arrayán o Espino Azul.  Las bayas que nos dan los tonos rojos y violáceos son por ejemplo las del Maqui, Sauco, Zarzamora, Michay y Calafate. Podemos conseguir hermosos amarillos de las raíces del Calafate y el Michay. Y toda una gama de verdes del Pañil, follajes del Maqui y Radal entre otros muchos.

Cabe destacar que casi todas las plantas tintóreas son también medicinales (ver notas anteriores de grupo Árbol sobre nuestras plantas medicinales).

No es un camino fácil el de los tintes naturales. Todo es experimentación, recetarios y anotaciones precisas para poder repertir los colores que SI nos salieron bien y dejar de lado los que no. Son muy pocas las plantas que pueden teñir directamente, para el proceso de teñido se utilizan sales metálicas (inorgánicos) o cascaras y cortezas ricas en taninos (orgánicos), a las que se les dio el nombre de Mordientes (del latin “morderé”) ya que “muerden las fibras” para luego atraer los colorantes a su alrededor. El primer paso es Lavar y desgrasar las fibras a ser teñidas, el segundo paso es Mordentar. El tercer paso posible es el de usar Modificadores del Color. Y el cuarto el de Fijar el color en las telas.

Sin embargo todo el proceso es mágico, es como transformarse en un alquimista y nos permite ver el valor del sustento que nos da esta naturaleza tan abundante.

Ahora lo más Importante!! Como recolectar sin dañar el ambiente.

 Muchas  de las plantas que podemos usar para teñir son fáciles de cultivar y podemos tenerlas en nuestros jardines. Esta es una muy buena posibilidad, primero de conocerlas mejor y aprender a cuidarlas, y segundo de asegurarnos una provisión constante para una recolección sustentable. Para recolectar  partes aéreas de arbustos hay que elegir los más grandes y fuertes,  y no recolectar de  plantas jóvenes para que éstas  puedan crecer en plenitud. También se recomienda recolectar la cantidad que necesitemos cosechando no más del 30% del follaje de cada planta y así favorecer su rápida recuperación, siempre en plantas separadas al menos 20 a 50 metros entre sí.

 En la recolección de raíces debemos ser especialmente cuidadosos para no poner en riesgo la vida de las plantas que utilicemos, recolectando una mínima porción,  no mayor al 20%,  tapando bien el pozo que abrimos. Al cortar cualquier parte, siempre usar tijeras de podado bien afiladas para no dañar las plantas.

 Los terrenos en obra suelen dejar al descubierto plantas que no tienen demasiadas posibilidades de sobrevivir y es una excelente oportunidad para recolectar raíces de plantas muertas o mejor aún, de rescatarlas para trasplantar a nuestros jardines.

Por suerte la enseñanza sobre Tintes Naturales se está  utilizando en nuestra localidad (como en muchos lugares del mundo) a nivel secundario para hablar en Biología de nuestra flora, y para trabajarlas en conjunto con la asignatura de Química, donde los alumnos deben aprender la importancia del PH en el color de cada preparación.

Este tipo de actividades contribuyen a fomentar el respeto hacia el medioambiente, a entenderlo, a conocerlo y poder comenzar a valorar la historia de estas prácticas artesanales.

BIBLIOGRAFIA:

  • LOS SECRETOS DEL TEÑIDO TEXTIL INDIGENA. Mapuche.info
  • TINTES NATURALES DE PLANTAS NATIVAS. COLORES DE LA PATAGONIA (INTA- FRANCISCO MATTENET / MARTA GOYHENEIX / PABLO LUIS PERI)

 

                                                                                                Escribió Claudia Caligaris para ARBOL VLA

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