Villa Correntoso: vecino teme que la apertura de una calle de un desarrollo inmobiliario, le "sepulte" su casa

La historia de Cristian Perinetti tiene un principio similar al de cientos de vecinos radicados hoy en Angostura: proveniente de la provincia de Buenos Aires, se mudó a la localidad apostando a un cambio de vida para él y su familia que le permitiera vivir seguro y en un entorno paisajístico inigualable. Lo que nunca imaginó Perinetti, es que el temor de vivir en Angostura se centraría en la propia geografía.

"Cuando yo compré este terreno (ubicado en la calle Las Hualas al 400), la Plaza Primo Capraro ya estaba hecha. Tiene una forma rara y por el declive que hay en uno de los costados, nunca se hizo la calle Las Hualas por el costado que da a la ruta. O sea, no se puede dar la vuelta al perímetro de la plaza. Pero hace unos meses, por un desarrollo inmobiliario que quieren hacer en un terreno aledaño al mío, quieren abrir la calle. Pero antes de hacerlo, es necesario gabionar toda la ladera de la plaza que da al lago. Mi casa está debajo de esa ladera y lo que se ve a simple vista, es cómo el terreno, año tras año, va cediendo y derrumbándose hacia mi casa", explicó el vecino señalando cada uno de los lugares en donde puede apreciarse los principios de derrumbes a los que hace referencia. Dicha ladera, hoy está contenida por las raíces de los árboles. La presunción de Perinetti es pesimista: "cuando saquen esos árboles, si no hay un muro que contenga, todo se va a derrumbar hacia mi casa".

La diferencia de altura entre la plaza Capraro y la vivienda de Perinetti: en medio de ambas quieren abrir la calle

"Yo acá vivo con mis dos hijos, ambos menores de edad. El riesgo es que un día el terreno ceda y nos sepulte", agregó y recordó el derrumbe que se originó en septiembre del 21, cuando un deslave en un terreno particular de la parte superior, afectó la ruta 40.

Las acciones

"Acá ha venido hasta el ex intendente Stefani a ver cómo podían abrir la calle. Les pregunté si antes se iba a gabionar para contener la plaza y nadie me lo sabe decir. En un momento, un arquitecto y un desarrollador inmobiliarios vinieron a ver cómo podían avanzar hacia el terreno lindero al mío, que es donde tienen proyectado el desarrollo. Les pregunté por la obra de contención y tampoco supieron qué responder. Quieren abrir la calle como sea y eso va a generar serios problemas. No hay que ser ingeniero vial, lo que estoy advirtiendo se puede ver a simple vista. La plaza está unos 20 metros más alta que mi casa y es todo un barranco. Si abren un calle sin las obras de contención necesarias, todo lo que hoy contienen los árboles, va a ceder. No es mi imaginación", enfatizó.

Esta situación, de desplazamiento de tierra, ya le afectó la vivienda. Producto del movimiento de suelo que se registra (incluso sin la apertura de calle), se le partieron vidrios de la casa y algunas columnas de madera perdieron la horizontalidad.

"Todo tiene que ver con el desarrollo que privados quieren hacer al costado de mi terreno. Es tal la locura, que en un momento hasta me llegaron a pedir una servidumbre de paso por la cual no querían pasar caminando, sino meter máquinas para emparejar lo que se puede emparejar de ese lote. No piensan en lo que puede pasar y yo lo estoy advirtiendo. Si bien alguien se pone por escrito que se hace plenamente responsable de lo que pueda suceder, perfecto, que avancen. A todos los que vinieron se los pedí y ninguno quiere poner su firma, pero todos quieren hacer la calle", culminó.